viernes, 8 de julio de 2011

Por culpa del Kakuro

08-08-10, 2:18

Curioso, saben estos ensayos siempre les veo futuro. Como sea, un poco de sarcasmo antes de escribir. Sonare envidioso o como sea, no me importa la verdad en este ensayo, pero esta vez escribo para mi, por lo que es posible que no todo les aplique a los lectores.

Estoy en mi cama, antes de dormir, últimamente esto me ha costado. ¿Nunca han tenido el sentimiento de que algo se acerca? Y ese algo es algo malo, un problema. No sé, saben, las cosas en mi vida no son perfectas, como es probable que lo sean en muchos de los que leen esto. Por el momento la mía está pasando por una etapa de derrumbe, suena caótico, pero no es tan mal como suena, o tal vez sí. La verdad es que llevo dándole largas a este problema, y lo peor es que probablemente es un problema que ni siquiera me incumbe.

Dejen explico el porqué del título. ¿Qué tiene que ver el kakuro con esto? Como dije estoy en mi cama antes de dormir, para conciliar el sueño, normalmente uso técnicas de resolver acertijos como sudokus, o kakuros, me ayudan porque me distraen de tormentos que tienden a girar alrededor de mi cabeza a estas horas de la noche. En el caso de hoy estaba haciendo un acertijo de kakuro, el problema es que desde la mañana no logro terminar el maldito problema, y por más que me concentre este no sale. Es un bloqueo mental temporal.

En eso me distraigo un poco de mi intrigante acertijo matemático y decido voltear al acertijo de la siguiente pagina. Al parecer, hay pedazos de este que puedo resolver a primera vista. Y se vuelve tentador el renunciar al acertijo en el que estoy y ponerme a resolver este que parece más sencillo.  No lo pensé mas, el kakuro en el que estaba, se había vuelto problemático, muy enredoso y me exigía demasiada concentración resolverlo, era más fácil pasarme al siguiente problema, dar vuelta a la hoja y empezar otro.

Rápidamente llene casillas con números, unas por aquí otras por allá, puede ser que este si este más sencillo. Paso más el tiempo y me comienzo a atorar, voy a otras casillas respondo algo mas, y me vuelvo atorar, repito lo miso en otras casillas, y en un instante el kakuro en el que estoy trabajando termina igual de revoltoso, enredado y jodido que el otro. Ahora tenía dos kakuros sin responder. Sabía desde el momento en que toque mi cama que esta noche iba a ser larga. Al verme en la situación en la que me encontraba, puse a correr el hámster dentro de mi cabeza.

En la vida, o en mi vida. Hay problemas. Todo mundo tiene su forma de resolverlos o ignorarlos. Por culpa del kakuro me doy cuenta de muchas cosas. Me doy cuenta que puedo ignorar lo que me pasa a mi alrededor, puedo huir tengo la oportunidad de irme, pero hay ciertos elementos que se ocupan para resolver la vida, si no tuve la habilidad, o mi misma forma de hacer las cosas fue lo que puso ese kakuro tan revoltoso, nada me asegura que el segundo sea diferente. Si hago lo mismo que hice en el primero, es un hecho que se volverá igual de problemático que el primero.

 Y aunque huya, siempre van a ver problemas, hay pruebas de las que no puedo huir. Y tarde o temprano voy a tener que regresar a resolver ese acertijo en mi libro de kakuros. Digo nadie lo va hacer por mi

Puede que en mi vida me valla por otros acertijos, por otros caminos, pero ese acertijo que deje sin contestar, no se contestara solo, por más que conteste todos los kakuros del libro, si no contesto ese, el libro no está terminado.

No quiero escribir que el mundo es caos, que todo se cae, quiero decir que hay cosas que tengo que enfrentar, y hay veces en la vida que para hacer las cosas bien se tiene que regresar o se tiene que cambiar ciertos aspectos que no quedaron bien. Pero no manches que hueva, si ya llevaba la mitad del maldito ejercicio. ¿No es más fácil buscar en que me equivoque? Pero es cierto, hay tantos errores, y hay muchos manchones que lo vuelven más confuso, fue inevitable.

Tuve que regresar al primer kakuro, al número 38 para ser exactos, tome mi borrador y volví a empezar. Me di cuenta que me equivoque en ciertos números, que no sume bien en otros, y en otros simplemente no sabía por qué estaban ahí. Pero al final logre resolver el ejercicio.

Hay tantas cosas que puedo decir de esto, unas aplican y otras no, y luego otras no las sé escribir o explicar, la idea desestructurada ya está en mi cabeza pero estructurarla hace que se me olviden otras. Aún así, no me importa sufriré un poco más para poner la conclusión.

Mi vida se convirtió en un maldito kakuro. Las cosas se están poniendo feas, se llenaron de manchones y todo eso. Decidí hacerme pedazos un rato más con otro problema, que al final termino igual. Pero a quien no le pasa eso. Básicamente es el proceso para resolver un problema. Tuve que aceptar que estaba mal, me doy cuenta que puedo huir, pero aun que me valla ese kakuro se quedara sin contestar. Lo bueno viene cuando me doy cuenta y tengo el valor de aceptar, que tengo que retroceder, y volver a empezar. No lo niego cuesta mucho agarrar el borrador y mandar a la fregada todo lo que llevaba construido. Porque si seguía con lo que llevaba solo iba hacerme más bolas. Es como una casa, empecé mal, lo cimientos me quedaron mal, puedo hacérmelas de menso y seguir construyendo ahí pero tarde o temprano el mismo peso de lo que pongo ahí va hacer que se venga abajo y caiga sobre mí. Al final el único que acaba lastimado soy yo.

Tengo que empezar de nuevo, tengo que buscar mi borrador. Me duele, pero sé que gracias a esa acción ya no tendré un libro incompleto, un ejercicio mal hecho o una casa caída. Sé que esto es la acción natural del ser humano, la tenemos que cagar, y a lo largo de nuestros errores haremos acciones, acciones que si las reconocemos y sacamos lo positivo de ellas crearan un buen libro un buen ejercicio, una casa segura. Y más que nada un camino para un vida plena.

Termino con la típica frase mala, característica de mi, todo iba bien hasta que fabian se saco su frase cursi jalada y mala. La vida no se trata de solo llenar de números tu kakuro o tu sudoku, eso probablemente termine mal, si no de tener el valor de tomar tu borrador y limpiar, para poner el numero correcto. Yo estoy en búsqueda de mi borrador. Tú ¿Ya tienes el tuyo?

Escribe nava, sabiendo que después de esto, el sueño ya no va ser un problema, un gusto escribir y nos vemos a la próxima…=)

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