domingo, 25 de septiembre de 2011

Niño Rarámuri, niño de ciudad

Desde hace rato quería empezar a hacer este escrito, pero es un  poco difícil porque el fin que tiene este escrito no es en sí comparar, si no simplemente marcar las ciertas diferencias que tiene la juventud de esta cultura y nuestra cultura. Es muy sencillo en caer en comparaciones, empezar a decir que una es mejor que otra. Por eso digo esto desde el principio Y lo repetiré varias veces a lo largo del texto, no busco enaltecer a ninguna de las dos culturas, solo hacer notar sus diferencias.

Como saben estoy viviendo un año por acá, en la sierra tarahumara, Bawinokachi para ser exacto. Y es muy común que en la labor diaria empieces a lograr un acercamiento con los niños de aquí, lo que rápidamente causa que se marquen esas diferencias que mencionaba antes. Recuerdo que en el curso de inducción tuvimos un tema dedicada al niño de la sierra, como es, como se desarrolla, como vive, que sueña. Fue interesante, un tema donde se compartió mucho pero como la gran mayoría de las beses es muy diferente la teoría a la práctica, pido que no me malinterpreten, amo lo que estoy haciendo en estos momentos, pero hay veces en que la realidad de aquí se vuelve un poco más cruda que lo que dicen y al mismo tiempo las maravillas de aquí son mas grandiosas de lo que dicen. Pero bueno basta de introducciones.

Hay ciertos detalles, que es común, que se compartan en culturas de escasos recursos, como la sencillez, la humildad, el compartir. Rasgos que son muy comunes que los veamos de primera mano, y lo digo, aquí están todos, claro con las debidas excepciones pero los están, los ves en los niños, los ves si vienes una semana aquí. Pero lo que uno logra ir viendo con un poco del paso de tiempo especifica mas las actitudes de los niños, siempre va a ver una idea general, que es la que acabo de mencionar, el niño rarámuri es simple, humilde… etc., pero en este ensayo buscare ser un poco mas especifico, digo poco porque si no sería irme de niño por niño, y son bastantitos.

Gran parte de lo que es un niño empieza por lo que son los papás, en un escrito anterior lo dije, los niños son el reflejo de lo que es una comunidad. Digo esto porque ciertas actitudes implícitas en la cultura son las que toman los niños, pasa en la ciudad y pasa en la sierra, aclaro de una vez, no porque haya una diferencia tiene que significar, que una está mal y la otra no, puede que de primera mano lo parezca, pero lo repetiré, busco solo mencionar las diferencias.

Soy de los que dice mucho que los pequeños detalles son los que crean la diferencia. Y por eso de sucesos simples que muchos no les ven trascendencia busco sacar esa diferencia. Me explico, hace poco se me dio la oportunidad de jugar básquet con los niños, me llamo mucho la atención ver como los niños hacen los equipos, pues verdaderamente se estaba buscando que ambos equipos fueran parejos. Que dice esto, en primero que el niño no está buscando ser más que sus compañeros, el niño rarámuri buscaba pasar un momento de diversión, procurando que sus semejantes también, “¿Por qué ir solo cuando puedo ir acompañado?”. El niño de ciudad, estamos educados de una pequeña forma distinta, el niño de ciudad busca mas el crecer. El destacar un poco más. El niño de ciudad busca ganar[1], y se entiende pues es una medida de sobrevivencia que por acá no se necesita.

Otro evento que me llamo mucho la atención, fue cuando estaba trabajando en la letrina, una tarea simple nada más hacer un castillo[2], al poco rato se acerco un niño, lo salude nada mas no entable platica. El niño solo se quedo ahí observando.  Al poco rato se acerco otro y otro, llego el recreo y había como seis niños observando, solo observando. Uno que otro susurraba una cosas, si mucho me llegaron a preguntar “¿Qué hacia?” y “¿Para qué?”. Cuando saciaron su curiosidad, se fueron a jugar roña[3]. Esta se deduce fácil, el niño rarámuri es muy observador, muy autodidacta. Lo que más me impresionó es que no solo se quedan mirando, relato otro evento.

A la hora de hacer mescla para crear la columna de la letrina de colegio, se necesitan ciertos ingredientes que creo que los que fueron a tu techo han de saber, entre ellos agua XD. Pero resulta que ese día no había por x o y razón, lo que ameritaba ir al tanque de rotoplas que esta a lado del dispensario llenar los baldes y llevarlos a afuera del taller donde estábamos batiendo la mescla.  Para ese tiempo, pues eran de las primeras semanas y estaba bien ñengo, y era un pedote llevar los baldes, lleve dos (casi muero), me distraje en no sé qué y cuándo volteo hay otro balde, le pregunto a tano que hace eso ahí, a lo que responde: “los niños lo trajeron”. Es poco decir que quede maravillado, quien les dijo, sabe. Lo hicieron.

El niño de la sierra, buscan mucho el poder ayudar, deduzco que es porque es su forma de incluirse en la comunidad

Lo que pasa aquí es que al niño se le llama niño solo por su edad, pero en si el niño ya tiene un boto en la comunidad, el niño ya tiene posesiones, y no hablo de juguetes, el niño ya tiene un lugar en la comunidad. Y participa en lo que se puede, en favores que le hace a maestro o a su mamá, o en el simple hecho de bailar en los festejos o ayudarle a su papa en su trabajo.

El niño de ciudad, es diferente desde. El niño siempre va a ser observador. Pero esto cambia según lo que le pongas a ver. El niño de la ciudad ve, pero ve lo que la ciudad quiere que vea, ya sea la tele, la escuela... etc. Poco a poco va cambiando ese sentido de ver lo que pasa a ver lo que me interesa. El niño de la ciudad es niño porque es inmaduro, porque va creciendo apenas, el niño de ciudad se convertirá en adulto hasta que llegue a cierta edad, o empiece a trabajar. Lo que le asegura un lugar en la comunidad.

Son las diferencias que yo he notado en la estancia que llevo aquí, se podrían escribir libros de esto. Yo creo que soy feliz con mi opinión de dos hojas. Lo que escribo es según lo que veo y razono, puede que este mal, que este diciendo estupidez y media o todo lo contrario. Lo dejare a su juicio.

Termino diciendo que el niño de la sierra sigue siendo niño, le gustan las cosas que les gustan a los niños. Y tienen la misma sencilla felicidad que tiene un niño de ciudad. El problema es cuando les meten en la cabeza que una cosa es mejor que otra. Pero ese ya es otro ensayo.

Escribe nava, desde Bawino, sobre un escritorio que lleva aquí desde el 92, espero que lo disfruten, y espero saber pronto de ustedes. Me disculpo por la tardanza.


[1] Lo pongo en una nota para no hartar, recuerden que no porque haya una diferencia tiene que significar, que una está mal y la otra no, el ganar no tiene nada de malo a menos de que se le lleve a un extremo.
[2] Castillo: base de una construcción, o lago por el estilo, la madre esa que tiene forma de torrecita que usan en las construcciones.
[3] Roña: una especie de juego parecido a encantados y a las “trais” que se juega de diferentes formas según el número de niños.

Desde mi escritorio que acabo de encontrar con rayones de voluntarios del año 92 escribe nava esperando que encuentren esto igual de llamativo que yo un abrazo les extraña nava

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